Retrato de la soberana en edad infantil, está en pie, luciendo un vestido de encaje y raso, sobre el que ostenta la banda de la orden femenina de María Luisa. Apoya su mano izquierda sobre un velador, con la corona y el escudo real. Tras ella, un trono de curioso diseño bajo dosel, con la leyenda "Isabel II".
En un principio considerado anónimo. Sin embargo, la dureza de su modelado, la precisión casi de primitivo en la descripción de los detalles ornamentales y de indumentaria, y el modo de difuminar las esfumaturas de las carnaciones aporcelanadas de la pequeña soberana permiten adjudicarlo al pintor canario Luis de la Cruz y Rios.
Fuente: Catálogo de las Pinturas, 1990, pág.165. Museo Municipal de Madrid.