Sarga de marcado carácter decorativo, que junto con las otras cuatro pinturas que forman parte de esta serie, representan diversos escenarios urbanos de Madrid. En ese caso se trata de la glorieta de San Vicente; en primer témino, bajo la sombra de una arboleda, está la fuente que entonces ornaba la plaza y a la izquierda la desaparecida puerta de San Vicente por su cara extramuros que, sin solución de continuidad, se extendía hasta el cercado del Palacio Real, cuya fachada occidental aparece claramente iluminada al fondo de la composición. La imagen, al igual que el resto de la serie, está rodeada por el trampantojo de un marco que, a su vez, está envuelto en una guirnalda.