Entre 1 de Enero de 1750 y 31 de Diciembre de 1750
Descripcion:
Pétreo (caliza y granito)
Altura: 2,85 x Anchura: 1,10 x Fondo: 1,10 m.
Plaza de Oriente
Figura completa y colosal del rey castellano Fernando I, cuya cabeza gira ligeramente hacia la derecha, donde está doña Sancha. Cuenta con un cetro en la mano derecha mientras con la izquierda sujeta la bola del mundo, quedando a sus pies una cabeza de moro, como símbolo de su contribución indudable a la reconquista. Está situada sobre una basa cuadrada del mismo material, en la que se indica con inscripción incisa pintada de negro: “FERNANDO 1º / Mº Aº. DE 1065”.
Serie concebida por el fraile benedictino Padre Sarmiento entre 1750 y 1753 para la decoración exterior del Palacio Real y concretamente de la balaustrada corrida superior, atendiendo a los proyectos de Juvarra y Sacchetti. Fueron esculpidas ciento catorce estatuas, bajo la dirección de los escultores de S.M. Juan Domingo Olivieri y Felipe de Castro, que se llegaron a colocar total o parcialmente, pues durante el reinado de Carlos III el arquitecto mayor Francisco Sabatini llevo a cabo su desmontaje y almacenamiento en el Palacio.
En 1842 fueron restauradas por Francisco Elías y José Tomás distribuyéndose por diferentes lugares, como la plaza de Oriente (cuarenta), el Parque del Retiro (trece), el Museo del Ejército y otras localidades como Aranjuez, Toledo, Burgos, Logroño y Vitoria. En 1943 ocho de las estatuas de reyes que estaban en la plaza de Oriente pasaron a los Jardines de Sabatini, proyectados en tiempos de la segunda República por el arquitecto Fernando García Mercadal donde estaban las antiguas caballerizas, y se instalaron alrededor del estanque que ordena el conjunto. Como en las demás series, este grupo no responde a ningún criterio lógico, pues se mezclan en él dinastías, reinos españoles y épocas sin orden.
Fernando I el Magno (1010-1065) fue rey de León y Castilla por transmisión de derechos en esta última corona en el año 1029 por su madre doña Munia, esposa de Sancho III de Navarra, y en la primera a partir de 1038 por su matrimonio con la infanta doña Sancha de León, hermana y heredera de Bermudo III. Su gran contribución fue la reorganización de la administración interna de sus reinos, siendo destacable también el avance hacia el sur, dando lugar a la reconquista de Coimbra el año 1064.